Cambiar al mundo | ||
Este mundo está lleno de reformadores que no han empezado siquiera a reformarse a si mismo | ||
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Moisés tomó la Tienda y la plantó a cierta distancia fuera del campamento; la llamó Tienda del Encuentro. El que tenía que consultar a Yahvé salía hacia la Tienda del Encuentro, fuera del campamento.
Exodo 33,7
De qué manera tan sencilla se puede acceder a lo divino.En la Biblia se habla de que Moisés plantó la tienda del encuentro, y allí le hablaba Dios, cara a cara, como quien habla con un amigo.Es una imagen muy bonita y clara.Deberíamos tener una tienda de campaña simbólica, portátil, multiusos, ajustable a las condiciones de todos los terrenos, práctica, renovable al compás de los tiempos, acogedora, donde todo y todos caben.Una tienda del encuentro adaptada a nuestra persona, donde nos sintamos cómodos.Esa tienda, que es exclusivamente para hablar con Dios, la podemos plantar en ocasiones: cuando nos acostamos o levantamos, cuando estamos muy tristes o cuando queremos dar las gracias. Y también la podemos hacer adaptable a cada momento del día, es decir, podemos vivir en ella.“Mi vida se ha convertido en un diálogo ininterrumpido con Dios”, decía Etty Hillesum, estando en un campo de concentración en unas condiciones durísimas.Ella vivía en la tienda del encuentro.Y sigue diciendo: “hay una extraña alegría en mí por todo, tal como ha ocurrido. Todas mis fuerzas creadoras están intactas, siempre consigo apartarlas de las garras de las preocupaciones diarias y de los temores.”Si vivimos en esa tienda es fácil que se nos note; en primer lugar, porque tendremos las fuerzas necesarias para no dejarnos atrapar por esas mil preocupaciones que nos acechan, y en segundo lugar porque viviremos con alegría.La tienda del encuentro es un diálogo constante, con y sin palabras, con nuestro creador, que nos lleva a vivir de otra manera y hace que toquemos el cielo sin movernos de casa.
Exodo 33,7
De qué manera tan sencilla se puede acceder a lo divino.En la Biblia se habla de que Moisés plantó la tienda del encuentro, y allí le hablaba Dios, cara a cara, como quien habla con un amigo.Es una imagen muy bonita y clara.Deberíamos tener una tienda de campaña simbólica, portátil, multiusos, ajustable a las condiciones de todos los terrenos, práctica, renovable al compás de los tiempos, acogedora, donde todo y todos caben.Una tienda del encuentro adaptada a nuestra persona, donde nos sintamos cómodos.Esa tienda, que es exclusivamente para hablar con Dios, la podemos plantar en ocasiones: cuando nos acostamos o levantamos, cuando estamos muy tristes o cuando queremos dar las gracias. Y también la podemos hacer adaptable a cada momento del día, es decir, podemos vivir en ella.“Mi vida se ha convertido en un diálogo ininterrumpido con Dios”, decía Etty Hillesum, estando en un campo de concentración en unas condiciones durísimas.Ella vivía en la tienda del encuentro.Y sigue diciendo: “hay una extraña alegría en mí por todo, tal como ha ocurrido. Todas mis fuerzas creadoras están intactas, siempre consigo apartarlas de las garras de las preocupaciones diarias y de los temores.”Si vivimos en esa tienda es fácil que se nos note; en primer lugar, porque tendremos las fuerzas necesarias para no dejarnos atrapar por esas mil preocupaciones que nos acechan, y en segundo lugar porque viviremos con alegría.La tienda del encuentro es un diálogo constante, con y sin palabras, con nuestro creador, que nos lleva a vivir de otra manera y hace que toquemos el cielo sin movernos de casa.
LA REFLEXION DE LA SEMANA
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Poco comentario se puede hacer de este texto tan interesante y bien explicado. Pero si veo interesante, al menos, comentar lo que más me ha gustado. Del primer texto la constancia de esta persona que grita ,aunque sea solo. No se deja llevar por la muchedumbre. NO se vuelve obeja. Y tiene claro sus convicciones.
ResponderEliminarDel segundo texto... que para cambiar algo hay que empezar a cambiarnos a uno mismo. Que nuestra forma de vida, nuestro día a día ya cambia el mundo.